Railay, qué ver y hacer en estas playas paradisiacas del sur de Tailandia
El sur de Tailandia es famoso por sus espectaculares paisajes.
Entre ellos, unas curiosas formaciones rocosas surgen del mar creando una combinación muy hermosa en la bahía formada en el mar de Andamán por la isla de Phuket y la costa continental.
Ahí se encuentran los parques nacionales de Ao Phang Nga y Thang Bok Khorani, además de las islas Phi Phi, concentra algunos de los lugares donde los paisajes son tan extraordinarios que parecen irreales.
La zona se dio a conocer en 1974 gracias a la película El hombre de la pistola de oro, en la que Roger Moore interpretaba al personaje James Bond.
Probablemente muchos espectadores en esa época pensaran que se trataba de un paisaje creado en decorados.
Toda la información al detalle
Paisajes más bonitos del sur de Tailandia
Ahora toda esta región, entre Krabi y Phuket, es uno de los principales destinos en un viaje de turismo por Tailandia.
Para muchos, estos paisajes improbables del sur de Tailandia alcanzan su máximo esplendor en las islas Phi Phi y en Railay
En ambos lugares hay paredes calizas que surgen directamente de un mar color de piedra preciosa —entre esmeralda, turquesa y aguamarina según el momento del día— y el conjunto es algo de ver para creer.
Por supuesto, entre los farallones rocosos aparecen playas de arena blanca.
Como llegar a las playas de Railay en Tailandia
Lo curioso de Railay es que este lugar no es un enclave remoto al que se llega después de una larga travesía por el mar de Andamán.
En realidad Railay está a tiro de piedra de Ao Nang, uno de los destinos playeros más conocidos del país, y por tanto, muy cerca de Krabi, la capital local y el centro de entrada y salida de la región con su aeropuerto internacional.
Railay se esconde en el extremo de una península.
Una peculiaridad es que, a pesar de estar situada en el continente, la única manera de acceder a este conjunto de playas y rocas es por mar, lo que la ha apartado bastante de las rutas más concurridas.
Railay se puede visitar en una excursión de un día, desde Ao Nang o Ao Nam Mao, o bien alojándose en el lugar.
Dónde dormir en Railay
En Railay hay opciones de alojamientos para todos los bolsillos, desde establecimientos muy económicos a resorts espectaculares como el Rayavadee.
No hay duda de que Railay es un buen lugar para pasar unos cuantos días ya que, además de descansar y estar en la playa, hay muchas otras actividades para disfrutar de la estancia.
Un detalle a tener en cuenta es que esta zona aparece con el nombre de Railay pero en ocasiones podemos encontrar las grafías Railae y Rai Leh.
Como ya se ha dicho, Railay sólo es accesible por mar a pesar de encontrarse en el continente, dado que las peculiares condiciones de la orografía y la densa vegetación impiden su acceso por tierra.
La llegada en barco es excepcional ya que se empiezan a ver los farallones de roca caliza que surgen directamente del mar.
Muchos de ellos están parcialmente cubiertos de vegetación tropical, y las playas y el mar completan un conjunto único.
Cómo ver y visitar las playas de Railay
Aunque Railay es un conjunto, se puede dividir a su vez en tres zonas, que son las playas que encontramos allí.
Dos de ellas ocupan los lados de la península, una en el lado oriental y otra en el occidental, y la tercera el extremo.
Las playas son Hat Rai Leh East, Hat Rai Leh West y Hat Phra Nang.
Las dos primeras son los dos lados del istmo de la península y el terreno que las separa es llano y está ocupado por instalaciones hoteleras.
Estas parte está separada de la tercera playa por diferentes formaciones rocosas.
Playa Hat Rai Leh East en Railay
Hat Rai Leh East es la más amplia y en algunos lugares tiene manglares al pie de los farallones.
Es el punto de entrada de la mayoría de los visitantes por la facilidad de acceso desde la zona de Krabi, sobre todo desde el embarcadero de Ao Nam Mao.
En temporada alta desde aquí también salen barcos hacia las islas Phi Phi y Koh Lanta.
Además aquí se concentran muchos alojamientos y locales de ocio.
Una parte de esta playa no es muy buena para el baño por los manglares que ocupan la zona.
Playa Hat Rai Leh West en Railay
Hat Rai Leh West, la playa occidental, es el lugar para encontrar un chiringuito en el que disfrutar de una comida tradicional en medio de una jornada playera o, imprescindible, de una bebida en ese momento mágico de la puesta del sol.
Durante la marea baja es posible caminar bordeando el promontorio rocoso hasta Tonsai, la siguiente bahía.
Playa Hat Phra Nang en Railay
Phra Nang es la que mira al sur. Si las otras dos playas son hermosas, ésta quita el aliento: un trazo de arena blanca entre el mar, los farallones rocosos y la vegetación tropical.
Adornando la playa aparece un islote rocosos muy espectacular que surge de las aguas.
El arrecife de coral se encuentra a unos 200 metros de la playa y es un buen lugar para practicar snorkel.
En uno de los extremos de la playa aparece la cueva de la Princesa, que recuerda la historia del naufragio de un barco, ocurrido hace muchos siglos, en el que viajaba una princesa india.
Lo curioso es que está llena de ofrendas con forma de grandes falos hechas por los pescadores para garantizar, dicen, una buena temporada de pesca.
También se asocia a la fertilidad y muchas parejas locales visitan la cueva en su deseo de tener hijos.
Escalada y otras actividades en Railay
Aparte de por sus buenas playas, Railay es una meca para los escaladores, que encuentran en estas formaciones kársticas un excelente lugar para practicar su deporte.
Los que no dominen esta práctica o no dispongan del material adecuado, pueden encontrar agencias con instructores y alquiler del equipo necesario.
En los farallones rocosos hay vías de escalada de todas las dificultades.
Hay también muchas posibilidades para practicar snorkel, ya sea directamente desde las playas o haciendo excursiones a zonas más alejadas.
La zona es también muy adecuada para hacer recorridos en kayak.
Si se quiere hacer un poco de ejercicio, se puede buscar el camino que asciende a un mirador desde el que se tiene una buena vista del conjunto de la península, sobre todo de la playa oriental.
La subida requiere usar las manos para sujetarse a ramas y raíces y, en ocasiones, a algunas cuerdas que están preparadas para ello. En cualquier caso el esfuerzo merece la pena.
Desde un punto intermedio de la ascensión surge un desvío que conduce, con un poco de dificultad, hasta Sa Phra Nang, la “Laguna de la Princesa”.
Lo bueno de Railay es que aquí es posible dedicarse tanto a no hacer nada o a que te den un masaje, como no parar de hacer ejercicio con la escalada, el piragüismo y cualquier otra actividad náutica.
Al atardecer, eso sí, todo el mundo se concentra en disfrutar del momento ya sea con una conversación o con la mirada perdida en el horizonte.
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