qué ver y visitar en un viaje de turismo
México es un país inmenso lleno de lugares atractivos que resulta imposible de recorrer completo en un solo viaje.
A la hora de preparar un primer viaje a México, es probable que surjan dos opciones igualmente tentadoras.
Por un lado está la opción de viajar a la Riviera Maya por su fabulosa combinación de playas caribeñas, grandes resorts, y huellas de la gran civilización maya como Chichén Itzá.
La segunda opción a considerar es realizar un viaje eminentemente cultural que nos lleve desde Ciudad de México por algunas de las ciudades que están declaradas Patrimonio Mundial por la Unesco.
Esta ruta nos permitirá conocer, además, muchos otros lugares interesantes, desde restos de antiguas civilizaciones a pequeños pueblos con encanto que se encuentran cerca de estas ciudades.
Lógicamente, si disponemos de mucho tiempo podemos combinar ambas rutas, y entonces ese primer viaje a México sería realmente completo.
La ruta de las ciudades inscritas en la lista del Patrimonio Mundial incluye una serie de ciudades que alcanzaron una gran importancia en la época virreinal.
Muchas de ellas deben su riqueza patrimonial a los grandes beneficios que se obtenían de las minas de plata que se descubrieron y explotaron a lo largo del tiempo, y por tanto puede considerarse que forman la Ruta de la Plata.
Las que se encuentran al norte de Ciudad de México definen la parte inicial del llamado Camino Real de Tierra Adentro que unía Ciudad de México con Santa Fe (Nuevo México, Estados Unidos), una ruta de 2.500 kilómetros que se convirtió en el eje del Virreinato de Nueva España.
No podemos olvidarnos de Oaxaca, ciudad que se encuentra al sur de la capital y que es una de las más atractivas del país.
La ciudad y sus alrededores, ya sea el recinto arqueológico de Monte Albán, los pueblos de artesanos o el árbol del Tule, forman un destino muy atractivo y recomendable.
Mejores sitios que visitar en México
A partir de esta doble opción, te vamos a destacar por mejores sitios que visitar en un viaje a México.
Antiguas ciudades maya en Yucatán: Chichén Itzá y Tulum
Si para tu viaje a México optas por una estancia vacacional en una playa caribeña de Riviera Maya, en tu plan de viaje no puede faltar la visita de algunos de los complejos arqueológicos de la civilización maya.
Y son varias las opciones que vas a tener.
Ahora bien, a este respecto el lugar más visitado en la península mexicana de Yucatán es el complejo arqueológico de Chichén Itzá, Patrimonio de la Humanidad y considerada como una de las Maravillas del Mundo Moderno.
Sus orígenes de remontan al siglo IX d.C. y su imagen icono es su Gran Pirámide.
Otra visita muy recomendable es la antigua ciudad maya de Tulum, cuyos restos de su recinto amurallado ofrecen un atractivo especial al encontrarse a orillas del mar.
En estas visitas, u otras que puedas hacer en Yucatán durante tu estancia vacacional en Riviera Maya, podrás profundizar en el conocimiento de la muy interesante cultura maya.
Aquí tienes información para visitar Chichén Itzá y el complejo arqueológico de Tulum.
Cenotes en Yucatán
En un viaje al Yucatán mexicano no puede faltar la visita a alguno de los más de 3.500 cenotes habilitados para la visita que hay en dicha región.
Los cenotes son pozos que pueden ser de enormes dimensiones, que se extienden por toda la península de Yucatán, y en cuyas cristalinas aguas dulces de ríos subterráneos te puedes bañar.
Las excursiones a los complejos arqueológicos mayas de Yucatán siempre se combinan con visitas a cenotes gestionados por comunidades mayas donde los turistas nos bañamos.
Ciudad de México, riqueza patrimonial y cultural
Ciudad de México es, con toda seguridad, la capital americana con mayor riqueza patrimonial y cultural, fruto de la importancia que ha tenido a lo largo de muchos siglos.
Ya desde tiempos prehispánicos fue el centro de poder de la región, y en la actualidad es una ciudad inabarcable que merece varios días para ser conocida.
Su centro histórico surge alrededor de la plaza de la Constitución, a la que todos llaman el Zócalo, una de las más grandes del mundo.
Allí o muy cerca aparecen la Catedral, el Palacio Nacional, el Templo Mayor azteca y un impresionante conjunto de palacios e iglesias de la época colonial.
Otro punto de interés es la Alameda Central, con el, un parque inmenso al que se asoman el Palacio de Bellas Artes y los museos Franz Mayer y Mural Diego Rivera.
El paseo de la Reforma es la gran avenida que llega hasta el parque de Chapultepec, donde está el Museo Nacional de Antropología, que es el primero que podemos recomendar en esta ciudad, y el que debiera ser visitado en caso de que sólo dispongamos de tiempo para uno solo.
En él se hace un completo repaso a las civilizaciones prehispánicas y a las culturas indígenas de México.
En Ciudad de México no habría que dejar de visitar algunos de los barrios (llamados colonias) más elegantes. Coyoacán (con la Casa de Frida Kahlo), San Ángel, Condesa y Polanco son los más interesantes.
Hay muchos otros lugares interesantes para conocer en la capital mexicana, pero debemos recomendar al menos la plaza de las Tres Culturas, donde hay edificios que representan al México prehispánico, colonial e independiente.
Y también la Basílica de Guadalupe, tal vez el segundo templo católico más visitado del mundo después del Vaticano, y la plaza de Garibaldi, a la que acuden los mariachis a la caída de la tarde.
Jardines flotantes de Xochimilco
No hay que olvidar que la Unesco incluye en la lista del Patrimonio Mundial, además del centro histórico, los jardines flotantes de Xochimilco, uno de los pocos recuerdos de que México se levantó sobre una laguna.
Recomendamos visitarlos, si es posible, durante el fin de semana ya que es cuando todo está más animado, con familias que recorren los canales en lanchas y los mariachis y los puestos de comida crean un ambiente muy atractivo.
Ciudad prehispánica de Teotihuacán
Los alrededores de Ciudad de México están llenos de lugares igualmente interesantes.
Si hubiera que destacar sólo uno, nuestra elección sería la ciudad prehispánica de Teotihuacán que vivió su época de esplendor entre los siglos I y VII, y la cual se encuentra a unos 50 kilómetros.
Más alejada, a unos 100 kilómetros, está Puebla, con un barrio barroco único.
Ambos conjuntos también está incluidos en la lista del Patrimonio Mundial desde 1987.
Taxco, calles con ambiente popular
Taxco es una de las ciudades más atractivas en los alrededores de Ciudad de México.
Se encuentra a unos 175 kilómetros de distancia de la capital, y es el típico destino de fin de semana de sus habitantes.
La iglesia de Santa Prisca (la más importante de la ciudad y una de las obras de arte barrocas más importantes del mundo) y sus alrededores están incluidos desde 2001 en la lista tentativa del Patrimonio Mundial de la Unesco, por lo que es razonable pensar que conseguirá ese reconocimiento en un futuro cercano.
Uno de los placeres de Taxco es pasear sin rumbo por las callejuelas que se abren en los alrededores de la iglesia de Santa Prisca encontrándose continuamente con casonas espléndidas y rincones pintorescos.
Uno de los atractivos fundamentales de Taxco es caminar por sus calles y observar el ambiente, lleno de vendedores de comida y artesanías, además de las sorpresas de encontrar plazuelas o rincones curiosos.
También es muy recomendable subir al mirador del Cristo Monumental, que se encuentra en el cerro de Atache.
Querétaro, ciudad multicultural Patrimonio de la Humanidad
Si se organiza un recorrido por carretera desde Ciudad de México hacia Guanajuato y Zacatecas, Querétaro puede ser la primera parada en el viaje.
A pesar de ser la menos conocida de todas las ciudades de la llamada Ruta de la Plata o Camino de Tierra Adentro, Querétaro tiene una gran riqueza monumental.
La Unesco incluyó a Querétaro en la lista del Patrimonio de la Humanidad en 1996 por ser un ejemplo de ciudad multicultural, con barrios de origen español junto a núcleos primigenios indígenas.
Hay varias plazas y jardines muy agradables para pasear.
En el camino se pasa junto a edificios de gran importancia histórica o cultural, como la iglesia de San Francisco, el Teatro de la República, donde se reunió el Congreso Constituyente para elaborar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que aún rige el país.
Hay que destacar la cantidad de conventos e iglesias además de casonas y palacios, algunos de ellos están convertidos en hoteles llenos de encanto.
Un poco apartado, el Convento de Santa Cruz permite una inmersión en las formas de vida de la época colonial que bien merece la pena.
En los alrededores se suelen levantar tenderetes en el que mujeres indígenas venden la artesanía local.
San Miguel de Allende y su carácter virreinal
En el camino entre Querétaro y Guanajuato se encuentra San Miguel de Allende.
Su centro histórico tiene un marcado carácter virreinal, pero su ambiente es bastante diferente al resto de las ciudades cercanas ya que, desde hace décadas, es la favorita de muchos extranjeros, sobre todo estadounidenses, que pasan largas temporadas, sobre todo en invierno.
San Miguel de Allende vivió su época de esplendor durante el siglo XVIII y entonces se construyeron numerosa iglesias y palacios con una mezcla de influencias españolas, criollas e indígenas.
Su centro histórico, muy bien rehabilitado, es uno de los más atractivos de todo México.
Como ocurre normalmente, un buen lugar para iniciar la visita es la plaza principal, que en este caso es conocida como el Jardín.
Aquí llama la atención la torre de la parroquia, de un curioso estilo pseudogótico.
Se dice que la concibió un artesano local hace más de un siglo después de ver una postal de una iglesia belga.
Un momento que no hay que perderse es la caída de la tarde en el Jardín, cuando las copas de los árboles de llenan de pájaros que buscan un sitio para dormir, la torre de la iglesia se ilumina, y es muy probable que aparezcan varios grupos de mariachis para cantar sus canciones a los paseantes que las solicitan.
Un paseo por las calles cercanas permite descubrir el tesoro arquitectónico de San Miguel de Allende, en el que abundan las iglesias y las grandes mansiones del tiempo del virreinato.
La Casa del Mayorazgo de Canal es uno de los mejores ejemplos de arquitectura civil novohispana en el centro de México.
En San Miguel de Allende abundan las galerías de arte y las tiendas de artesanía.
Santuario de Atotonilco, arquitectura barroca
El centro histórico de San Miguel de Allende está incluido en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco junto al cercano Santuario de Atotonilco, que se encuentra a 14 kilómetros.
El santuario de Jesús Nazareno de Atotonilco es uno de los ejemplos más hermosos de arte y arquitectura barroca en todo el país; fue construido en el siglo XVIII y es un importante lugar de peregrinaje.
Dolores Hidalgo y la historia de México
A unos 30 kilómetros del citado santuario se encuentra Dolores Hidalgo.
Se trata de una pequeña ciudad muy interesante para conocer la historia mexicana y perfecta para sumergirse en el ambiente local.
El lugar es importante en México porque se considera que aquí se produjo el acto que dio origen a la Guerra de Independencia en 1810.
En la ciudad hay varios museos dedicados a la historia mexicana, pero una visita a Dolores Hidalgo es interesante porque permite sumergirnos en el ambiente local de una pequeña ciudad provinciana mexicana.
Pasear por las calles, curiosear en los comercios, sentarse en la plaza y ver el trajín diario de los vendedores de globos y los limpiabotas, comer unos tacos en un restaurante de la zona, todo forma un conjunto de sensaciones que nos permiten conocer y disfrutar de nuestro viaje.
Guanajuato y su espectacular emplazamiento
Guanajuato es una de las ciudades más atractivas que puedes conocer en un viaje a México ya que tiene algunos detalles que la hacen especial, como su espectacular emplazamiento y que durante siglos fue una de las ciudades más ricas del mundo por la importancia de las minas cercanas.
Un paseo por Guanajuato empieza en las plazas y jardines del centro, donde siempre hay un ambiente muy agradable.
En las calles de los alrededores hay numerosos edificios de interés, como iglesias, teatros, museos, etc.
Algunos lugares únicos son el Museo Iconográfico del Quijote, la Alhóndiga de Granaditas y el Museo y Casa de Diego Rivera.
Guanajuato es una ciudad para callejear y tomar desvíos sobre los caminos propuestos.
No hay que perderse, bajo ningún concepto, el panorama desde el mirador del monumento al Pípila; cualquier momento es bueno pero a la caída de la tarde es excepcional.
Tampoco hay que olvidar un detalle que hace único a Guanajuato, que es el complejo sistema de calles subterráneas que hacen posible que el tráfico pueda circular bajo tierra.
Un paseo, o mejor un recorrido en taxi por este entramado de túneles, proporciona una de las experiencias más curiosas que se pueden vivir en una ciudad mexicana.
Zacatecas, esplendor barroco Patrimonio de la Humanidad
Zacatecas es la más septentrional dentro de la ruta propuesta por las ciudades mexicanas declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Zacatecas tiene algo en el ambiente y la arquitectura que la diferencia de las demás ciudades.
Para muchos es la más especial de toda la ruta, tal vez por su altitud y por estar ya cerca del desierto norteño.
Curiosamente todo ello contrasta con muchos detalles de los edificios, del barroco más exuberante.
Hay una gran cantidad de lugares a visitar a una distancia muy reducida en el centro, aunque también vale la pena alejarse un poco más en busca de otros puntos importantes.
En la plaza de Armas se encuentra la catedral, cuyo exterior mantiene todo el esplendor barroco.
Sorprende la cantidad e importancia de los museos, entre los que cabe destacar el Museo Pedro Coronel con obras que van desde el antiguo Egipto a Goya y Dalí.
También el Museo Zacatecano, con la extraordinaria sala de Arte y Cultura Huichol; y el Museo Rafael Coronel, que presenta la mayor colección de máscaras populares mexicanas.
La importancia de Zacatecas, como la de otras ciudades de esta ruta, se debe a la riqueza de las minas de plata.
Y aunque se pueden visitar minas de la época virreinal en otras partes, la de más fácil acceso y una de las más espectaculares es la mina El Edén.
Oaxaca, el México virreinal
Situada al sur de Ciudad de México, Oaxaca es otro de los destinos culturales fundamentales en cualquier viaje por México, tanto por la belleza de su casco histórico como por el interés de los alrededores.
Oaxaca se encuentra a 460 kilómetros al sureste de Ciudad de México, lo que no es una distancia muy grande en un país que tiene la extensión de cuatro veces España.
Para muchos, Oaxaca es la ciudad que mejor mantiene en sus calles el espíritu del México virreinal, cuando se fusionaron las culturas española y de las diferentes sociedades locales para dar lugar al país que ahora conocemos.
Oaxaca fue siempre la ciudad más importante del sur de México en la época del virreinato y, por tanto, hay una serie de monumentos importantes que se pueden visitar.
La buena conservación del conjunto histórico propició su inclusión, junto al cercano recinto arqueológico de Monte Albán, en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco.
Además, en la ciudad vive una gran comunidad de artistas modernos cuya obra queda reflejada en museos y galerías.
Y por si fuera poco, hay varios museos con obras de antiguas civilizaciones prehispánicas además de las tradiciones populares actuales que son herencia de diferentes culturas indígenas y de muchos siglos de historia.
El ambiente en el Zócalo es uno de los más agradables de todo México y la iglesia de Santo Domingo es una de las más espléndidas del continente.
Junto a ella se encuentra el Museo de las Culturas de Oaxaca, con el tesoro proveniente de la Tumba 7 de Monte Albán, mientras que en los terrenos de alrededor se ha creado el Jardín Etnobotánico.
Hay otros museos que realmente valen la pena, como el Museo Rufino Tamayo y la Casa de Juárez, además de galerías de arte contemporáneo.
Complejo arqueológico de Monte Albán
Ya ha quedado dicho que los alrededores de Oaxaca son muy atractivos y también merecen una visita detallada.
El principal destino es Monte Albán, la antigua capital zapoteca, que alcanzó su máximo desarrollo entre los siglos IV y VIII.
Es uno de los conjuntos arqueológicos más impresionantes de todo México y está inscrito en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco desde 1987.
Monte Albán se encuentra a las afueras de Oaxaca.
Más alejada, a unos 45 kilómetros, está Mitla, otra ciudad prehispánica, famosa por la intrincada decoración de piedra de sus monumentos.
Árbol de El Tule y pueblos artesanos de Valles Centrales
Un recorrido por los pueblos de los Valles Centrales permite conocer algunas de las mejores tradiciones artesanales de todo México.
Los artesanos de aldeas como Teotitlán del Valle, San Martín Tilcajete, Santo Tomás Jalieza y San Bartolo Coyotepec crean verdaderas obras de arte.
Por esta razón Oaxaca es uno de los mejores lugares de todo el país para comprar artesanía de calidad a buen precio.
Otro lugar que no hay que perderse en los alrededores de Oaxaca es el árbol de El Tule, del que se dice que es el ser vivo más grande del mundo.
Todos estos lugares son fácilmente visitables desde Oaxaca y se pueden organizar en dos rutas diferentes.
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