10 Imprescindibles en Rennes, qué ver en la capital bretona en 1 día
Viajaba a Rennes con la expectativa de ver las típicas casas medievales con fachadas de madera que caracterizan a la región de Bretaña, al oeste de Francia.
Buenos ejemplos de ellas las pude ver en un viaje realizado hace un tiempo a Quimper.
Pero cuál fue mi sorpresa que al llegar a la capital de la Bretaña francesa me encontré con una ciudad con rincones que me trasladaban a París o Burdeos, con una arquitectura clásica totalmente diferente a mis expectativas.
Frente a la imagen de un centro histórico con calles peatonales y casas medievales, veía una ciudad con amplias plazas y edificios monumentales de estilo clásico, una amplia avenida, muchos autobuses y una gran animación comercial.
Rennes es una ciudad de unos 150.000 habitantes, de dimensiones inferiores a la cercana Nantes, que en una primera impresión me parecía mucho más grande de lo que en realidad es; pero eso tenía una explicación.
En la vez pateada la ciudad, te confirmo que efectivamente hay un centro histórico y vas a ver muchas casas medievales, algunas de ellas formando bonitos conjuntos arquitectónicos,
Toda la información al detalle
Curiosidades de la historia de Rennes, capital de Bretaña
De hecho te puedo decir que al visitar Rennes te encontrarás tres vertientes distintas desde el punto de vista arquitectónico.
Por un lado, dicho centro histórico, que es el área de la ciudad que sobre todo visitamos los turistas.
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Por otro, la zona administrativa y comercial, corazón de la ciudad y resultado de la reconstrucción que hubo que hacer en la misma tras un gran incendio acontecido en el año 1720.
En dicho incendio 9.000 personas se quedaron sin casa y se perdieron más de 900 de las típicas casas de madera.
Es en esa zona donde se reconstruyó la ciudad con edificios de piedra de estilo clásico francés, construidos por el mismo arquitecto que construyó la zona clásica de la Plaza de la Bolsa en Burdeos.
Y en tercer lugar, la ciudad más moderna, con zonas de expansión como el Mall de François Mitterrand donde puedes ver edificios de arquitectura contemporánea incluso del estudio del afamado arquitecto francés Jean Nouvel.
Desde el punto de vistas histórico, Rennes fue una ciudad romana con una pequeña muralla que se conservó hasta el siglo XV, con dos ampliaciones posteriores que se realizaron durante la Edad Media.
Buena muestra de su carácter patrimonial es que la Oficina de Turismo de Rennes se ubica en el edificio de lo que fuera la capilla de un hospital del siglo XV.
Tras la Revolución Francesa dicha capilla fue ocupada por una tienda, y en 1980 se adquirió por el ayuntamiento para habilitar una exposición de la ciudad, y luego pasó a formar parte de la citada oficina de turismo.
Qué ver y hacer en la visita de turismo de Rennes
En tu paseo por el centro histórico de Rennes verás varios grupos de casas de los siglos XV a XVII en cuyos patios interiores vale la pena entrar, lo cual solo se puede hacer durante las visitas guiadas de la ciudad.
Son casas de estructura medieval que podrás ver mejor accediendo a los patios, con decoración de la época del Renacimiento que incluye estatuas figurativas y pinturas en algunas fachadas.
Calle San Miguel, eje del centro histórico
El eje principal del centro histórico son la plaza San Miguel y la calle San Miguel, esta última conocida popularmente como la calle de la Sed, y situadas cerca del gran Mercado de Lices.
Esta zona se encuentra en lo que fuera parte exterior de la antigua muralla.
A lo largo de estrechas calles peatonales se suceden los bares y restaurantes en locales abiertos en la planta baja de las casas de madera, con terrazas frente a ellos.
Es la zona que suelen frecuentar los estudiantes, pues debes saber que Rennes es una ciudad de carácter universitario, con una comunidad de estudiantes que en invierno representa el 20 por ciento del total de la población.
A destacar en esta zona de gran ambiente el recinto de la antigua Cárcel de San Michel, de 1455.
En su patio interior las estancias de las antiguas celdas ahora están ocupadas por bares y la discoteca más popular en Rennes, Delicatessen.
En tu paseo por esta zona del casco histórico, en la plaza des Lices, frente al citado mercado, te llamarán la atención un par de casas altas de madera del siglo XVII con escaleras centrales, en las cuales residía gente potentada de la época, como políticos o jueces.
También puedes ver otro conjunto de casas altas del mismo siglo en la plaza Chamo Jaquet, con fachadas con un curioso gran desnivel, pero sin escalera central.
Catedral de Rennes
Cuando vayas a visitar la catedral de Rennes te vas a sorprender, pues no es el característico edificio gótico habitual en la mayor parte de las catedrales francesas.
Inicialmente hubo una catedral gótica XII y XIII, pero la fachada se hundió y entonces hubo que reconstruirla, de forma que su parte baja de estilo renacentista y la parte superior de estilo clásico.
Por su parte el interior de la catedral también se reconstruyó en la segunda mitad del siglo XIX en el estilo neoclásico.
Ahora bien, el arzobispo de la época quiso dar a dicho interior otro estilo decorativo, lo que llevo a que las columnas de granito se recubrieran de estuco para emular el mármol, y además se incorporó una decoración neobizantina.
Convento de los Jacobinos
Al final de la calle San Miguel, en la plaza de Santa Ana, se encuentra el antiguo Convento de los Jacobinos, el cual sido recientemente totalmente remodelado para convertirlo en un gran espacio de eventos.
En dicha sala se presentan exposiciones como las que cada verano configuran el programa de arte contemporáneo Exporama.
En la citada plaza de Santa Ana también verás una iglesia de estilo neogótico, cuya construcción se inició durante el siglo XIX con el objetivo de acoger peregrinos, pero al final fue un proyecto demasiado grande y el edificio está inacabado.
Calle Le Bastard, zona comercial de Rennes
Más allá del centro histórico, el eje comercial de Rennes es la calle Le Bastard, donde verás un gran ambiente de tiendas muy concurridas por la gente.
A destacar que en Rennes las tiendas tienen un horario de apertura desde las 10 hasta las 19 horas, más amplio del habitual en la mayoría de las ciudades francesas.
Plaza del Ayuntamiento de Rennes
Esta calle cruza la plaza del Ayuntamiento y la plaza de la República, los dos grandes espacios urbanos de la Rennes neoclásica.
El edificio del Ayuntamiento de Rennes data de 1730, y es de estilo clásico con elementos de decoración barroca.
El edificio se configura en tiene tres partes, con una torre central en un espacio donde hasta la Revolución Francesa había una estatua del rey Luis XV, y dos zonas laterales, una de ellas sede del ayuntamiento, y la otra, del Palacio de Justicia.
Frente al edificio del ayuntamiento se encuentra el edificio de la Ópera.
Parlamento de Bretaña en la plaza Real
En una gran plaza anexa se encuentra el edificio del Parlamento de Bretaña, uno de los más destacados monumentos de Rennes, y el cual puedes visitar.
Construido en 1620, se salvó del gran incendio de la ciudad y ahora es el eje central de la Plaza Real que construyó Jean Gabriel con una gran unidad estética de los edificios de estilo francés.
En febrero de 1994 el edificio sufrió un incendio que afectó a las partes altas del mismo, por lo que han tenido que ser rehabilitadas, sobre todo las pinturas de los techos que se vieron afectados por el agua de los bomberos.
Mercado de Lices en Rennes
Si tu visita de Rennes coincide con una sábado por mañana, merece mucho la pena visitar el antes citado Mercado de Lices, el segundo de alimentación más grande de Francia tras el de Lille.
Aparte del recinto cerrado del mercado que abre todos los días, los citados sábados por mañana este mercado de comida se extiende por los alrededores del recinto histórico.
Cuenta con dos edificios son del estilo arquitectónico metálico construido a principios del siglo XX, tan de moda en esa época.
Si llegas a él por la calle de San Miguel verás qué las concurridas terrazas de los bares dan paso a los puestos del mercadillo de flores.
La principal característica de este mercado de alimentación es la gran presencia de pequeños productores que venden directamente lo que producen en sus huertas y granjas, destacando la zona de venta de verduras y frutas orgánicas.
En los puestos de pescado y marisco podrás ver grandes cangrejos de hasta dos kilos de peso capturados en la cercana costa de Sant Malo, y también puedes comprar una gran variedad de sidras.
¿Sabías que en Bretaña se cultivan hasta 2.000 variedades distintas de manzanas?
En el mercado encuentras un granjero que consiguió salvar de la extinción la gallina autóctona CouCou, de cuerpo blanco con pintas negras, la cual estaba desapareciendo y ahora hay varias granjas que las crían cuidando no mezclar la raza.
Puedes degustar y comprar el tipo pastel de mantequilla Bretón Konign, y no te sorprenda ver algunos puestos de dulces orientales, expresión de la multiculturalidad del país.
Frente a lo habitual en Francia, Bretaña no es una región con gran tradición de quesos, aunque en el mercado podrás ver un pequeño productor bretón que te ofrece diversas elaboraciones propias, incluido un queso de color blanco cuyo fuerte sabor te recuerda al Cabrales de Asturias.
Qué comer en Rennes: productos típicos de Bretaña
En lo referente a la gastronomía te recuerdo que Rennes está en Bretaña y ahí son típicos los restaurantes tipo creperie donde se ofrecen galletes con diversas elaboraciones y dónde lo típico es beber sidra.
A este respecto, debes saber que en Rennes y el resto de la región bretona la bebida prioritaria es la cerveza, pero también se consume la sidra local y el vino en menor medida que en el resto del país.
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